En la vida, las enfermedades y la muerte son inevitables, pero qué hacemos ante la impotencia de la enfermedad progresiva y la inevitable muerte de un ser amado?
En otros momentos en los que me he sentido sin fuerzas o cansada física y emocionalmente, por las situaciones que pasamos día a día, pues me reconforta abrir el misal o la Biblia, buscar y leer algún salmo o escritura y si me nace, ponerles melodía y hacer una canción. En este momento, trato de hacerlo. Tengo en frente mi libreta, un bolígrafo, el misal y la Biblia, pero lo que quiero es desahogarme y escribir lo que siento y pienso. Estos días recordé una canción que escribí hace 3 años, mientras mi hermano Eric, estuvo hospitalizado muy mal, y decía:
En estos momentos estoy pasando por una situación así, con uno de mis hermanos. Saber que está grave en el hospital, y yo estoy en otro pueblo, que, aunque no es muy lejos, se me hace difícil llegar y estar junto a su cama de hospital, tomar su mano y tratar de ayudarlo en lo que pueda, para que esté más cómodo, dentro de su situación, y acompañar a mi Madre y confortarla en estos momentos.
Mi hermano Eric, lleva muchos años enfermo, pero siempre fue independiente y verlo así, me parte el alma. Recuerdo que cuando yo era pequeña, le decía Papi Eric, porque siempre estaba pendiente a mí. De mis 5 hermanos (todos varones), él era el que siempre me buscaba mis comodidades y me consentía, yo era su nena, su hermanita, la más pequeña de los 6. Siempre, en casi todas las fotos, yo estaba en su falda o junto a él.
Cuando se fue al Seminario en México y venía de vacaciones, yo le dejaba mi cuarto, aunque yo tuviera que dormir en el sofa-cama de la sala. Cuando se ordenó sacerdote, la única persona más orgullosa que yo, era mi Mamá. Mi sueño era que mi hermano me casara y así fue. Mis hermanos Edwin y Jesús (Pucho), de escolta en los primeros bancos, Rubén desfiló con Mami, Georgie, el mayor, me entregó y Eric, me casó. Los puse a trabajar a todos. jajaja Tiempo después, por situaciones muy personales de él, TUVO que dejar el sacerdocio.
Hace 3 años, Eric vivía en Yauco, y se vio muy enfermo, estuvo en el Área de Intensivo y mi Madre y Edwin, vivieron allá casi por 3 meses. Mi desesperación era estar por acá, ya que mis hijos tenían clases y mi esposo trabaja y yo no tenía cómo llegar y estaba por comenzar en un trabajo, que luego resultó ser un fraude. De la que me salvé... El día que por fin pude ir y estar con él unos pocos minutos, recuerdo que me dijo que estaba cansado y que se quería morir. Bajo protesta del hospital, lo trasladaron al Hospital Metropolitano en San Juan, y mi hermano revivió, fue casi un milagro.
Ahora está igual o peor, que en aquella ocasión. Su estado es crítico. El martes pude visitarlo al hospital, gracias a mis santos compadres Ché y Jannet, que son unos ángeles que Dios ha puesto en mi camino y siempre están ahí para ayudarme. En la tarde, mi hermano se estaba yendo en fallo respiratorio y se estaba poniendo azul. Ahí fue que tuve que ponerme fuerte, para que Mami no se desmoronara y Gracias a Dios yo estaba con ella y Rubén acababa de llegar, cuando nos preguntaron si queríamos que lo entubaran. Llamamos a los otros hermanos y tanto ellos, como Mami y yo, dijimos que no, que eso no era lo que Eric quería. Pero como dice el refrán: "Del dicho al hecho, hay un gran trecho", cuando tocó firmar los papeles para No Entubación, Mami dudó, como madre al fin, porque decía que era como dejar morir a un hijo, pero aceptó que era lo que Eric quería, y ella y yo fuimos las que firmamos. Le pusieron una mascara y era cuestión de esperar.
Desde ese día hasta hoy, él está como un sube y baja, una cosas mejoran, otras empeoran. Nos dicen que la infección ha bajado y que los antibióticos están trabajando lentamente, pero cada día está peor. Tuvo 2 derrames, uno un poco más viejo y el de ahora, problemas renales, una sonda nasogástrica, porque no puede tragar, y lo último es que tiene pulmonía.
El domingo, fuimos al hospital, porque llevaba 3 días sin ir y los nenes querían ver a tío, aunque no estuvimos mucho tiempo.
Ahora estoy en la mesa de mi casa, desahogando la frustración e impotencia que siento por no poder estar con él y con Mami. Mi esposo trabaja y lleva 3 semanas trabajando los 7 días, yo no tengo carro, ni dinero para pagar 8 medios de transporte diarios, ida y vuelta, y mi compadre, que me llevaba en las mañanas y me traía en las tardes, se puso mal este fin de semana, que Dios le dé mucha salud.
Solo le pido a Dios que tenga misericordia de mi hermano. Ya ha pasado por muchas y los últimos años, ha sufrido mucho. Ni él, ni nadie, se merece estar sufriendo así, en una cama de hospital, sin poder comunicarse, moverse, comer, ni hacer nada. Tampoco me gusta ver a mi Madre sufrir así.
Gracias por leer mi desahogo y les pido que, no importa cual sea su creencia, pidan y oren por mi hermano y mi familia. También por la salud de mi compadre Ché y mi otro compadre José Carlos, que su hermana está muy grave. Pedimos por salud, fuerza y misericordia. Gracias nuevamente.
Dios les bendiga...