Paz y Bien…
Quiero
contarles sobre nuestras vacaciones de este año. Planeamos hacer algunas cositas que no
pudimos lograr el año pasado.
Comenzamos el
día antes, con un comentario jocoso de mi nene.
El nos dijo, específicamente a papá: “Papi ¿este año iremos a ver el
semáforo rojo?” Mi esposo y yo
nos miramos, porque no sabíamos a qué se refería. Y le preguntamos qué era lo que quería decirnos. El nos contestó que quería ir al lugar donde
no pudimos pasar el año pasado, porque no dejaban entrar con los carros. ¡Ahhhhh…
El Faro de Cabo Rojo..! Dijimos
papá y yo. Y le dijimos que trataríamos de ir. jajajaja
Día 1 - miércoles
Bueno… Al fin
llegó el día de irnos para Aguadilla. Este
año fuimos mi esposo y mis 3 chicos, mis compadres y mi suegra, y obviamente,
yo.
Íbamos
disfrutando por el camino a pesar de que estaba lloviendo bastante, y cuando
llegamos al pueblo de Quebradillas, paramos en el Merendero de Guajataca a
estirar las piernas y descansar un poco del viaje. Luego continuamos, pasamos por la Cara del Indio que está tallada en la roca de la montaña, y un poco más adelante nos
detuvimos junto a la carretera, en un kiosco, como decimos aquí en Puerto Rico,
“a chinchorrear”. Ahí comimos
alcapurrias cocinadas al fuego, con leña, y estaban deliciosas. Luego seguimos el camino hasta llegar al “Hotel Villa Forín". Bajamos las cosas y en
menos de media hora, ya los chicos estaban en la piscina.
Día 2 - jueves
Ese día
salimos rumbo al “semáforo rojo”, digo, “El Faro de Cabo Rojo”, que en realidad
se llama “Faro Los Morrillos”. Cuando llegamos a Cabo Rojo, tomamos, por
equivocación una salida que nos llevó al centro del pueblo y pudimos ver la
Plaza y la Iglesia San Miguel Arcángel. Equivocación
fortuita, jajaja. Ya en ruta,
nuevamente, y en el camino, vimos “las salinas”, donde el agua es tan salada
que de ella extraen la sal y la procesan. Esta vez, tuvimos suerte y pudimos
pasar y subir hasta el faro. Hacía mucho
viento, era muy fuerte. El nene estaba
asustado por los riscos y la brisa, pero de todos modos se asomó, bien agarrado
por papá, y así las nenas. Tomé fotos y
admiramos la bella vista.
Nota: Es una pena que las personas no puedan apreciar y cuidar estos lugares, ya
que en los alrededores había basura en el piso (botellas, bolsitas de jugos y
papitas, papeles, latas, etc.).
Faro Los Morrillos, Cabo Rojo, PR
Riscos o acantilados, alrededores del Faro Los Morrillos, Cabo Rojo, PR
Riscos o acantilados, alrededores del Faro Los Morrillos, Cabo Rojo, PR
Luego fuimos al poblado de Boquerón, también en Cabo Rojo. Caminamos por el tablado en el manglar y vimos los martinetes que son aves pequeñas y cangrejos violinistas, se llaman así porque una de sus bocas o palancas, es más grande que la otra y parece como si estuvieran cargando un violín.
Flor de Maga amarilla
Caminamos, vimos algunas tienditas, y paramos en “El Kiosco de la Abuela”. Allí comimos empanadillas de “chapín”, de “carne” y yo probé las de “marlín”, y me encantaron. Seguimos caminando por la costa, subimos a un muellecito, me quité los zapatos y caminé por la orilla de la playa y llegó la hora de regresar a Aguadilla y al llegar, a la piscina.
Fuimos al
“Aguadilla Ice Skating Arena”, la pista de patinaje en hielo. Este día fue muy emocionante para mi
chiquito, pues este año patinaría por primera vez en la pista de hielo, y lo
hizo muy bien, mi grandota estaba pendiente a él. Ambos parecían profesionales al final de la
jornada. En Navidades, él le pidió a
Santa, que le trajera unos patines en línea, para aprender a tener balance y
practicar para este gran día en la pista de hielo. De ahí fuimos a la pista de patinetas y mi grandota corrió sus patines en línea y mi chico su “scooter”.
Luego fuimos al "Parque Cristóbal Colón". Hasta yo me subí a los columpios. Comimos helados y piraguas (raspados). De ahí, nos regresamos al hotel y nos metimos a la piscina.
Salimos hacia
el “Hotel Cielo Mar”, pues nos contaron que la piscina tenía un delfín y resultó
ser una chorrera en forma de ballena. Es
un hotel muy bonito y una bella vista de la costa. Luego pasamos por “Crash Boat”, pero no
pudimos entrar de tan lleno que estaba.
Viramos y paramos a tomarnos unos refresquitos, pues el calor era
demasiado fuerte.
De ahí salimos hacia las "Ruinas del Antiguo Faro Español de Punta Borinquen”. Tuvimos que cruzar todo el campo de golf para poder llegar. El año pasado tratamos de encontrarlo, pero no conseguimos la ruta y este año, y gracias al celular y el GPS, pudimos encontrarlo. ¡Es un lugar bello! Yo podría pasar el día allí. Tomé muchas fotos, quería traerme esos bellos recuerdos de tan hermosos lugar.
Base de la torre del faro
Vista desde el faro
Desde la orilla de la playa
Pasando por el campo de golf
Nota: En mi opinión muy personal, es lamentable que el Fideicomiso de Conservación, la Compañía de Parques Nacionales y el gobierno, ya sea municipal o estatal, no protejan, ni cuiden estas ruinas, y de ser así, que no le den mantenimiento ni vigilancia. Ya que es una reliquia de la época antigua de Puerto Rico. Es HISTORIA, mi gente.
Día 5 – domingo
Ya nos vamos
de regreso a casita
ahhhhhhhhhhhhhhhhhh L
En la mañana, mientras yo empacaba, los chicos se metieron, por última vez, a la piscina, la última gozaíta. Ya de camino, por el área norte de la isla, volvimos al kiosco de alcapurrias en el que paramos cuando íbamos hacia Aguadilla. Luego fuimos a caminar por el “Merendero de Guajataca” y luego fuimos al “Tunel de Guajataca”. Ahí nos fuimos a caminar, tomamos fotos, caminamos por la orilla de la playa y nos subimos a las rocas. Todos unos exploradores, jajaja.
En el camino pudimos ver muchos flamboyanes rojos (naranja) y amarillos, a la orilla de la carretera y también las famosas "Ceibas", en el pueblo de Quebradillas. A mí me fascinan y les tomé muchas fotos. Aquí pongo algunas...
Ya nos tocaba seguir, para llegar a nuestros hogares y retomar nuestra vida cotidiana. Como dice el conejito de Quik: “Que sonido tan triste cuando se acaba” y eso era lo que sentíamos.
Gracias al
Señor, pasamos unos días maravillosos.
Calmó la tempestad de la lluvia y nos regaló unos bellos días de sol.
Día 6 – lunes
Este era el
último día libre de papá, y fuimos a cenar a Sizzler de Caguas. Al salir fuimos a San Juan a dar un pequeño
paseo; mientras caminábamos por la bahía, empezó a llover. Entramos al muelle #2 y ,como si fuésemos a
tener un repaso de lo aprendido en Aguadilla y Cabo Rojo, vimos en las paredes
unas fotos de diferentes ecosistemas y en ellos había mangles, el pelícano, el martinete
y cangrejos violinistas, entre otros.
Cuando pasó la lluvia, caminamos por el "Paseo La Princesa" y vimos el
atardecer desde allí. Fue como cerrar
esa semana de gratos momentos en familia, con un regalo del cielo.
Espero, hayan disfrutado nuestra travesía y se hayan sentido como si hubiesen estado con nosotros.
Dios les bendiga…
Todas las fotos fueron tomadas por esta servidora, Glenda M. Torres.
Wow.. Tremendo trip...Eh ido a par de sitio, algunos solo y otro con los chiquillos, pero esta bueno llevarlos de a aventuras a estos lugares. Gracias por compartir.
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