Estos días, he pensado mucho en el significado de ser
padrino o madrina de alguien.
Hoy en cierta página, en las redes sociales, salieron
unos recuerdos de hace un año. En una
foto está mi hija mayor, con sus 3 padrinos, los 2 de bautismo y la de confirmación.
En otra foto estoy con mi ahijado y, en
otra, con mi amiga, ahijada y comadre. Sí,
ella es las 3 cosas… 1ro - mi amiga de la escuela superior y hemos
mantenido contacto por todos estos años; 2do - ella me escogió como
madrina de Confirmación y, 3ro - luego me escogió como madrina de su
hijo mayor.
Yo pienso que los padrinos son parte muy importante en la vida de las personas, que deben ser, algo así, como un segundo padre o madre. Que deben estar o al menos interesarse en la vida de su ahijado, en los momentos importantes o difíciles, ser apoyo, no necesariamente económico, pero sí, espiritual y moral: estar en una graduación, Primera Comunión, llamar para saber si está bien, compartir un rato.
Después de haber cumplido los 15 años, le decía a mi
madre que “valientes padrinos nos había escogido a mis hermanos y a mí”, ya que,
casi ninguno, se había ocupado de procurar por nosotros, durante nuestras
vidas. Cuando me iba a casar, conseguí
las direcciones de mis padrinos, y fui personalmente a llevarles la invitación de
mi boda. Aparentemente se emocionaron
mucho y hasta perdón me pidieron por tantos años de olvido hacia mí. Pero nunca aparecieron en mi boda y hasta el día
de hoy, no he sabido de ellos.
Yo reconozco que no he sido una madrina ejemplar, pero
trato de comunicarme con mis ahijados, bastante seguido. Físicamente, se me ha hecho difícil mantener
contacto, pero gracias a las redes sociales, puedo saber y comunicarme con
ellos y ellos conmigo. No nos vemos
mucho, pero cuando necesitamos ese abrazo, en momentos duros y dolorosos, hacemos
lo máximo por llegar y estar ahí, apoyándonos.
En lo espiritual, no seré un
ejemplo de perfección, pero sé, que ellos saben, que sirvo al Señor a través de
la música y que ahí estoy para ellos, y que rezo por ellos y sus seres queridos,
que me preocupo por ellos y deseo de corazón, su bienestar.
En Catholic Net, leí un escrito de un joven charlista
y escritor chileno, misionero laico, dedicado a la evangelización de jóvenes,
llamado Sebastián Campos, donde decía que el
padrino debe permanecer cerca: “Esa es tu misión, acompañar,
estar cerca. Es recomendado buscar dentro de la familia, pues es mucho más
fácil asegurar un lazo firme con el ahijado. Entre los amigos también es buena
idea, pero la intención es que sea alguien cercano, que no vea a su ahijado
únicamente para las fiestas, sino que puedan compartir tiempo juntos, que conozca su proceso y su desarrollo
como persona y como cristiano. Es triste cuando uno le pregunta a alguien por
sus padrinos de bautizo y ha dejado de verlos hace años.”
En otra parte habla sobre la responsabilidad
del padrino: “Quien acepta ser madrina o
padrino, lo hace de forma indefinida, como una muestra de amor hacia su
ahijado, pero también como un servicio a Dios, acompañando a este nuevo
cristiano en su desarrollo y madurez. Quien
acepta este reto y esta responsabilidad, lo hace para siempre, pues la calidad
de hijo de Dios es eterna, por lo tanto tu tarea de amor, compañía, cuidado y
orientación no termina cuando tu ahijado se hace adulto, sino que continúa por
toda la vida.”
En
este punto, el P.
William Saunders, decano de la Notre Dame Graduate School of Christendom
College, y pastor de la Our Lady of Hope Parish, en Sterling, Virginia, también nos dice: “Los padres necesitan encontrar buenos
católicos para que sean padrinos. Tristemente, esta tarea puede ser muy difícil
en el mundo de hoy. El mejor lugar está en buscar parientes, incluso abuelos,
que tienen una relación de sangre con el ahijado y que han mantenido la fe
durante años. Los buenos amigos también son apropiados, pero a veces las
amistades menguan, dejando al ahijado sin un padrino activo. Los padrinos
deben ser individuos fieles que están listos para aceptar la responsabilidad de
ser parte de la vida de un ahijado por el resto de su vida.”
Es obvio, que mis padres no hicieron una buena elección
al escoger la mayoría de nuestros padrinos.
Unos fueron muy buenos, como los de Edwin y Rubén, pero de los demás… “Coquí-Coquí”.
Muchas veces uno se pregunta, si escogió buenos
padrinos para sus hijos. Espero que sí. Espero no haberme equivocado con ninguno.
¿Alguna vez has pensado en esto? ¿Crees que acertaste o te equivocaste, con
los padrinos de tus hijos?
Referencias:
¿Eres madrina o padrino? ¿Sabes lo que significa? 7 ideas
sobre la misión que tienes con tu ahijado.
Escrito por: Sebastián Campos, Es joven charlista y
escritor chileno, misionero laico a tiempo completo, dedicado a la evangelización
de jóvenes.
El rol
de los padrinos
Escrito por: P. William Saunders, decano
de la Notre Dame Graduate School of Christendom College, y pastor de la Our
Lady of Hope Parish, en Sterling, Virginia. El presente artículo es de la columna llamada
"Straight Answers", una columna escrita para el Arlington Catholic Herald. El Padre Saunders es además autor de Straight Answers (Respuestas directas), un libro basado
en 100 de sus columnas y publicado por Cathedral Press, en Baltimore.
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